Cusco lideró el ranking del pilar de infraestructura turística en el Índice de Competitividad Turística Departamental, elaborado por ComexPerú. Lima, en cambio, alcanzó la penúltima posición. La expansión del aeropuerto Jorge Chávez, la construcción del aeropuerto de Chinchero, entre otros, determinarán la competitividad del sector en los próximos años. 

El sector viajes y turismo contribuyó con un 9.1% al PBI global en 2023. Esto representa un incremento del 23.2% respecto de 2022, y apenas un 4.1% por debajo del nivel de 2019, según el World Travel & Tourism Council. Mientras que el flujo de turistas internacionales se recuperó un 89.1% en el mundo en 2023, frente a lo registrado en 2019, en el Perú la recuperación solo alcanzó el 57.7%. Además, en 2023, el ingreso de divisas por turismo receptivo en el mundo alcanzó el 96.8% del nivel registrado en 2019; mientras que en el Perú fue del 75.8% en el mismo año, según datos de ONU Turismo. 

Se espera que el turismo internacional y la contribución de los viajes y el turismo al PBI mundial alcancen los niveles prepandemia hacia finales de 2024. Sin embargo, el Perú todavía se encuentra rezagado. Las intervenciones de política deben enfocarse en incrementar la competitividad del país para captar la mirada de más turistas y explotar la riqueza natural y cultural con que cuentan los 24 departamentos del país. A fin de identificar aquellos cuellos de botella que limitan la competitividad turística en nuestro país, ComexPerú elabora el Índice de Competitividad Turística Departamental (ICTD). 

El ICTD monitorea anualmente 70 variables, a partir de 11 indicadores que componen 4 pilares que determinan la competitividad del turismo en los diferentes departamentos del país. El pilar 3, Infraestructura turística, evalúa la disponibilidad y la calidad del capital físico que habilita la actividad turística. El análisis incluye factores asociados al transporte aéreo, terrestre y los servicios turísticos. 

En 2023, el Cusco lideró el pilar de infraestructura turística, seguido por Arequipa y Madre de Dios. El mejor resultado relativo de Cusco respecto del resto de departamentos se debió, entre otros factores, a la oferta hotelera por cada 100,000 habitantes (155 hoteles), lo cual lo ubica en tercer lugar, solo después de Madre de Dios (183) y Pasco (158). Si bien el Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete no contó con el estudio de calidad del nivel de servicio ofrecido al usuario, según estándares de calidad internacionales, elaborado por la International Air Transport Association (IATA), sí tuvo el 100% de requerimientos de calidad o de servicios e infraestructura en el aeropuerto. Resalta el Aeropuerto Internacional Padre Aldamiz, de Puerto Maldonado, que cumplió con el 100% de los indicadores IATA en 2023, lo que demuestra una mejora frente al 40% alcanzado por Madre de Dios en 2022. 

En el extremo opuesto, Lima se posicionó en el puesto 23 del ranking de infraestructura turística. Pese a contar con la principal puerta de entrada vía aérea al país, el actual aeropuerto Jorge Chávez (AIJCH) no cumplió con ninguno de los indicadores de calidad del nivel de servicio ofrecido al pasajero. Si bien, según el contrato de concesión[1], el concesionario no está exigido a cumplir estos indicadores durante la ejecución de obras correspondientes a la ampliación del aeropuerto, los resultados demuestran que urge la ampliación y operación del nuevo terminal de pasajeros. Cabe destacar que el actual terminal solo tiene una capacidad para movilizar a 18.4 millones de pasajeros por año; pero, en 2023, 22.8 millones de pasajeros se movilizaron por dicho aeropuerto. 

El desarrollo de la infraestructura aérea es determinante para impulsar el crecimiento del turismo y el comercio. El futuro inicio de operaciones del nuevo terminal de pasajeros del AIJCH es un paso importante, pero existen potenciales riesgos en torno a su operación, como el tema de los accesos. Además, la mirada debe ser regional. Se deben agilizar los procesos de modernización de los aeropuertos concesionados y dar en concesión el tercer grupo de aeropuertos. Finalmente, un aeropuerto no es una isla, sino que opera en un ecosistema en el que la infraestructura terrestre, la seguridad ciudadana y los servicios ofrecidos al usuario juegan un rol vinculante y sinérgico.

[1] De acuerdo con el Anexo 3 del Contrato de Concesión, el terminal actual del AIJCh debe encontrarse en buenas condiciones de operación, manteniéndose como mínimo en el nivel “B” en estándares de IATA en relación con el tiempo en que se brindan los servicios, así como el tamaño de los espacios que ocupan los pasajeros. El concesionario debe cumplir tales requisitos durante la operación y el mantenimiento de los bienes de la concesión del AIJCh. No obstante, conforme a lo establecido en la Cláusula Cuarta de la Adenda 7 al Contrato de Concesión, durante la ejecución de las obras correspondientes a la ampliación del aeropuerto, no le será exigible a LAP el cumplimiento de los requisitos técnicos mínimos (RTM) contemplados en los numerales 1.21 y 1.22.2.A del Anexo 14, relacionados con el área o espacio en el hall para el chequeo de pasajeros, área de despedidas y sala de espera del edificio del terminal de salida de pasajeros nacionales e internacionales, así como con el tiempo de espera en check in y el espacio del estacionamiento de autos del público.