La producción y exportación de oro aumentaron, mientras que otros metales perdieron dinamismo. El Perú podría convertirse en un líder mundial en minería, pero el Estado sigue favoreciendo la actividad poco tecnológica, poco remunerada y, en algunos casos, ilegal. 

El sector minero metálico creció un 3.1% durante enero-setiembre de 2024, comparado con el mismo periodo de 2023, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem). El cobre y el oro fueron los principales determinantes del resultado actual, al explicar aproximadamente el 50.8% de nuestra cartera productiva. Por su parte, la producción de oro creció un 9.7% y la de cobre disminuyó un 0.6%, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Otros metales que destacaron fueron el molibdeno (+30.8%), la plata (+16%) y el zinc (-11.7%). 

La menor producción de cobre se debió, principalmente, al menor dinamismo de las unidades de Óxidos y Sulfuros (mina Justa) operadas por Marcobre en Ica, cuya producción cayó un 25.1%. Otras minas que también influyeron en este resultado fueron Cerro Verde (-5.3%), en Arequipa; MSP (-39.3%), de la minera Shouxin, en Ica; y Antapaccay (-9.6%), ubicada en Cusco. 

En contraste, la producción de oro registró un mejor desempeño, gracias al resultado de la unidad Alto Chicama (+89.5%), de la minera Booro Misquichilca, en La Libertad. A esto se le suma el inicio de operaciones en las unidades de Paltarumi, operada por la empresa del mismo nombre en Lima, y Las Bambas, en Apurímac. Ambas unidades explican el 4.4% de la producción a inicios de sus operaciones. 

Las exportaciones mineras registraron un máximo histórico, con un crecimiento del 15.6% acumulado en el periodo enero-setiembre, comparado con el mismo del año anterior, según datos de la Sunat. Este aumento se explica por el mayor volumen de oro enviado al exterior, que creció un 50.5% respecto de 2023. Otros productos que destacaron fueron el cobre y sus concentrados (+3.2%), el molibdeno (+20.8%) y el hierro (+9.3%). Estos productos representaron el 83.4% de los envíos mineros totales, los cuales, a su vez, equivalen al 62.8% del total de envíos. 

Las inversiones mineras sumaron US$ 3,343 millones al cierre del tercer trimestre, lo que resultó en un incremento del 2.7% respecto del año anterior, según el Minem. Según proyecciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la inversión minera alcanzaría US$ 5,318 millones (+6.4%) en 2024 y US$ 5,900 millones (+9.5%) en 2025. Aun así, estaríamos por debajo de los niveles prepandemia, cuando lo invertido sumó US$ 5,909 millones. 

El BCRP revisó su proyección de crecimiento a la baja para el sector en 2024, al pasar del 2% en junio al 1.2% en setiembre. Así, la minería crecería menos que el 3.1% proyectado para la economía peruana en 2024, según el Banco Mundial. Esto sería perjudicial en una coyuntura clave para impulsar proyectos que atiendan la creciente demanda mundial. Por ejemplo, se espera que la demanda de cobre se triplique para 2050, según el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. En el corto plazo, el oro cotiza en máximos históricos y tendería al alza en línea con el aumento de riesgos geopolíticos, según el BCRP. 

Por otro lado, el Estado, a través del Congreso de la República, prioriza beneficiar a la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE), lo que favorece indirectamente a la minería ilegal, en lugar de promover grandes proyectos que cuentan con responsabilidad social empresarial y estándares ambientales. Esto mediante la creación y posteriores ampliaciones del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), y de la promulgación de leyes como la que impide que la policía incaute el material utilizado en la minería ilegal (ver Semanario 1230). 

Según Víctor Gobitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, actualmente, las economías ilegales tienen más influencia que las empresas formales en el Legislativo. Al respecto, se encuentra a la espera de ser debatido en el congreso el proyecto de ley 09555/2024-PE, conocido como la nueva “Ley Mape”, la cual sentaría las bases para formalizar la actividad. Para oponerse a una nueva ampliación, el colectivo País Seguro lanzó una campaña en contra de la minería ilegal, con una carta abierta al Congreso contra la extensión del Reinfo. 

De cara a 2025, existen grandes proyectos como Tía María o Yanacocha Sulfuros, que se encuentran a la expectativa de empezar a construirse. No obstante, carecen de un marco legal sólido y de un Estado firme que resguarde la actividad formal ¡No dejemos pasar la oportunidad!