El año pasado, el desempeño del comercio internacional se vio seriamente afectado por las medidas tomadas para controlar la pandemia. Tanto es así que, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial del Comercio (OMC), registró una caída del 5.3%, aunque se espera una recuperación del 8% en 2021 (ver Semanario 1069). En nuestro país, los envíos al exterior cayeron un 12.6%, mientras que las importaciones lo hicieron en un 13.6%. Sin duda, hemos vivido un escenario que afectó negativamente el valor transado hacia y desde el exterior, pero ello también ha significado un impacto a nivel de empresas.

Durante la última década, cada vez más empresas peruanas han tomado el rumbo de la internacionalización, aunque este crecimiento ha sido lento y quedó truncado por la llegada del coronavirus. Para tener una idea, el número total de empresas pasó de 8,229 en 2019 a 7,531 en 2020, lo que significó una caída interanual del 8.5%. Ahora bien, si analizamos por tamaño de empresa[1], encontramos que las microempresas concentraron el 51.7% del total de compañías exportadoras, mientras que las pequeñas, el 27.7%, y las medianas y grandes, un 20.6%. No obstante, el impacto de la contracción de los flujos comerciales afectó mayormente a las pequeñas y microempresas, que se redujeron un 14% y un 4%, respectivamente.

Al analizar las empresas según sus montos enviados al exterior, encontramos una baja representación de las micro y pequeñas empresas (mypes). A pesar de que, según cifras de la Enaho, las mypes representaron el 95% del total de empresas peruanas en 2019, solo exportaron un valor de US$ 846 millones en 2020, equivalentes al 2.1% del total enviado al exterior. Por su parte, las medianas alcanzaron un valor de US$ 4,007 millones (9.8%) y las grandes, de US$ 36,101 millones (88.1%). Esta diferencia podría explicarse por diversos factores, entre los cuales resaltan la alta informalidad, la limitación en el acceso al crédito y la baja productividad que exhiben.

MYPES AGROEXPORTADORAS AL ALZA 

En 2020, a pesar del deterioro del comercio internacional, nuestras exportaciones agropecuarias sostuvieron las tendencias de crecimiento registradas durante los años previos. Así, con un valor transado de US$ 6,795 millones, las exportaciones del sector agrícola no tradicional incrementaron un 7.5% (ver Semanario 1062). Este alentador desempeño también se reflejó en el número de empresas agroexportadoras que ofertaron sus productos en el mercado internacional. 

Como se observa en el gráfico, el número de mypes agroexportadoras cayó considerablemente en los primeros meses de la cuarentena aplicada en el país. Sin embargo, a partir de julio de 2020, se registra una recuperación sostenida que incrementó las firmas exportadoras en los últimos meses del año, con respecto a 2019. Cabe destacar que las empresas agroexportadoras representaron el 30.7% del total de las que enviaron sus productos al exterior en el último año.

Este alentador resultado debe impulsar a nuestras instituciones para incentivar la formalización de las mypes y, con ello, incrementar su acceso a nuevos mercados. No olvidemos que la ventaja de tener empresas formales es también contar con una mayor recaudación tributaria, que tanto hará falta de cara a la reactivación económica.

De igual manera, nuestras empresas necesitan estar a la vanguardia en materia de digitalización del comercio exterior, lo que permitirá reducir los costos de transacción de productos en los mercados internacionales y asegurará la permanencia en estos. A la par, se debe asegurar que los beneficios de la modernización de la cadena logística y los servicios aduaneros tengan un mayor alcance a nivel de las micro y pequeñas empresas.

Y si hablamos de mejoras en la productividad, no podemos dejar de lado la necesidad de impulsar y acelerar los proyectos de infraestructura portuaria, que servirán como puntos acceso y de salida para los distintos productos peruanos. Este es el caso, por ejemplo, de la ampliación del muelle en los terminales portuarios de Salaverry y Paita, actualmente en ejecución.

Bajo el escenario de recuperación económica que enfrenta el país, es menester aprovechar las oportunidades que nos ofrece el mercado exterior, como el crecimiento de la demanda internacional. Pero esto no se logrará si no exigimos que se garanticen las libertades económicas que permitan incrementar las oportunidades para más peruanos. ¡No podemos retroceder!

[1] Se considera la clasificación de tamaño de empresa de PromPerú.