El 80.3% de municipalidades a nivel nacional realizó al menos una acción para incentivar a las micro y pequeñas empresas en 2024, 14.1 puntos porcentuales (pp.) más que en 2023. Es clave que las municipalidades evolucionen de acciones puntuales a estrategias sostenidas que vinculen la formalización con beneficios concretos para las mypes. 

Las decisiones que tomen las municipalidades para facilitar el acceso a la formalización o fomentar sus beneficios pueden incidir directamente en el desarrollo y las capacidades que tienen los negocios para alinearse a los requerimientos de la formalización Por ello, el rol de las municipalidades en el fomento de la actividad empresarial es importante, pues son estas quienes otorgan una licencia de funcionamiento a los comercios y tienen presupuesto para realizar acciones de promoción para las mypes. 

A nivel nacional, el 67.5% de municipalidades organizó ferias o concursos dentro de su distrito para incentivar el comercio de las mypes, 14.3 pp. más que el año anterior, y esta fue la acción más realizada en 2024. En segundo lugar, las acciones de promoción y publicidad para las mypes estuvieron presentes en el 42.9% de municipios (+11.5 pp.). 

En tercer lugar, el 38.2% de municipalidades realizaron acciones de capacitación presencial o semipresencial para mejorar la producción y las ventas de las mypes (+13 pp.), mientras que un 20.6% de municipios realizaron al menos una acción para simplificar el trámite para la obtención de una licencia de funcionamiento (+13.2 pp.). 

Además, el 19.3% de municipios realizaron al menos un convenio con una organización no gubernamental (ONG) o empresa privada para incentivar a las mypes (+5.8 pp.); el 13.3% realizó al menos una acción relacionada con educación financiera orientada a la inversión y el financiamiento de las mypes (+1.2 pp.), y el 3.8% realizó otras acciones de promoción e incentivo a las mypes dentro de su jurisdicción (+2.3 pp.). 

A nivel departamental, la provincia constitucional del Callao y Cusco lideraron el ranking municipal de acciones para incentivar a las mypes dentro de su jurisdicción, pues el 100% de sus municipios implementaron al menos una acción para motivar a las mypes en 2024. Este resultado no solo implica una mejora respecto del año previo, sino también un salto importante respecto de 2019. Continúan la lista los departamentos de Piura, Apurímac y Ucayali, con el 96.9%, 96.5% y 94.7% de sus municipalidades que implementaron alguna acción de incentivo a las mypes, respectivamente. 

En el extremo opuesto, Loreto, Áncash y Amazonas se ubican en las últimas posiciones del ranking, donde el 66%, 50.6% y 50% de sus municipios realizaron acciones de promoción para las mypes en sus jurisdicciones, respectivamente. Cabe destacar que, al comparar los resultados con 2023, en todos los departamentos se observaron mejoras. En cambio, si comparamos los resultados con 2019, la mayoría de los departamentos ha observado importantes mejoras, con excepción de las municipalidades ubicadas en Arequipa y Amazonas, donde se registró una caída de 15.8 y 14.7 pp., respectivamente.  

Para que estas cifras se traduzcan en una verdadera reducción de la informalidad, es clave que las municipalidades evolucionen de acciones puntuales a estrategias sostenidas que vinculen la formalización con beneficios concretos. Organizar ferias y brindar capacitaciones son avances importantes, pero insuficientes si no se acompañan de medidas como la simplificación de trámites, el uso de plataformas digitales únicas y la creación de ventanillas únicas municipales para agilizar los trámites de los negocios. Además, es esencial que los municipios articulen sus esfuerzos con otras instituciones del Gobierno y ofrezcan incentivos reales: acceso preferente a compras públicas, asesoría técnica y programas financieros adaptados a la realidad de las mypes, entre otros.

Experiencias internacionales muestran que, cuando se percibe que la formalidad abre oportunidades —no solo obligaciones—, los negocios dan el salto. En ese sentido, el fortalecimiento de capacidades locales y el financiamiento de herramientas tecnológicas para los Gobiernos subnacionales deben formar parte de una política nacional articulada. En un país tan diverso como el Perú, las municipalidades tienen el potencial de convertirse en verdaderos motores de la formalización si se les dota de los instrumentos adecuados y se les exige resultados medibles.