Conformada por México, Chile, Colombia y Perú, la Alianza del Pacífico (AP), a diferencia de otros bloques, fue creada con una visión más allá de solo un intercambio comercial entre países. En ese sentido, es un mecanismo de integración regional y articulación política que busca impulsar el crecimiento, el desarrollo y la competitividad de los países que la integran, así como mejorar el bienestar y la inclusión social de sus habitantes. Asimismo, entre sus objetivos primordiales se encuentran garantizar la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, y convertirse en una plataforma de proyección al mundo, principalmente hacia el Asia-Pacífico, a fin de promover el intercambio comercial entre ambas partes y captar inversiones.

Actualmente, la AP se posiciona como la octava economía más grande del mundo, al aportar cerca de un 37% del PBI de América Latina y el Caribe (ALC). Además, según cifras del Fondo Monetario Internacional, los cuatro países miembros, en conjunto, conforman un mercado de más de 225 millones de personas, con un PBI per cápita promedio de US$ 18,937 (en poder de paridad de compra). Por otro lado, de acuerdo con el Centro de Comercio Internacional, este bloque exporta el 57.4% del total de los envíos de ALC y un 3.2% del total de envíos mundiales, con lo que se posiciona como la sexta potencia exportadora a nivel mundial.

Por todo esto, la AP se ha consolidado como uno de los bloques más sólidos y con mayor potencial del mundo. Por ello, cuenta con 57 Estados observadores y 4 potenciales Estados asociados: Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Singapur. En este contexto, en julio del año pasado, el Perú asumió la presidencia y, por tal motivo, es el encargado de liderar este proceso de integración hasta julio de este año, mes en que se realizará la XIV Cumbre de la Alianza del Pacífico en nuestro país.

Por otro lado, en lo que al comercio intrarregional se refiere, en 2018, el valor de nuestro intercambio comercial con los demás miembros de la AP ascendió a US$ 7,326 millones, un 11% más con respecto a 2017. Dicho resultado habría estado impulsado por un mayor crecimiento de nuestras importaciones (+9.6%) y, principalmente, de nuestras exportaciones (+14.1%). Esto significa que nuestro dinamismo comercial con nuestros pares de la AP sostuvo dos años consecutivos de crecimiento.

En lo que respecta a nuestras exportaciones hacia los demás países del bloque, estas alcanzaron un valor de US$ 2,435 millones (+14.1%) en 2018. Dicho resultado estuvo impulsado por el mayor dinamismo tanto de los envíos tradicionales (+15.5%) como de los no tradicionales (+13.5%). Así, el primer rubro sumó un valor de US$ 725 millones y representó el 29.8% del total de las exportaciones al bloque, mientras que el segundo sumó un total de US$ 1,711 millones (70.2%). En esta línea, Chile fue el destino de la AP al que más envíos realizamos, con un monto de US$ 1,229 millones (50.5% del total de nuestros envíos a la AP), un 17.7% más con respecto a 2017. A este país le siguieron Colombia (US$ 762 millones; 31.3%; +13.1%) y México (US$ 445 millones; 18.3%; +6.6%).

En cuanto a nuestras importaciones provenientes de la AP, en 2018 sumaron un total de US$ 4,891 millones (+9.6%) y estuvieron impulsadas, principalmente, por las mayores compras de bienes intermedios (+16.4%), que sumaron un total de US$ 2,133 millones. Asimismo, los bienes de consumo y de capital mostraron un dinamismo positivo, con montos de US$ 1,912 millones (+5.2%) y US$ 846 millones (+4%), respectivamente. En este sentido, México fue el país al que más compramos, con un monto de US$ 1,932 millones (+8.8%), un 39.5% del total importado de nuestros socios de la AP. A continuación, figuran Colombia (US$ 1,591 millones; +7.1%; 32.5%) y Chile (US$ 1,367 millones; +13.8%; 28%).  

Si bien los resultados en 2018 fueron favorables, en 2019 las condiciones externas poco alentadoras han contribuido a un menor intercambio comercial con nuestros socios del bloque. Entre enero y abril de este año, nuestras exportaciones a estos países, en conjunto, han crecido solo un 0.3%. Dicho resultado se debería a los menores envíos a Chile, que cayeron un 4.9%. En cuanto a nuestras importaciones de la AP, estas han caído un 1.6% en los cuatro primeros meses del año, como consecuencia de las menores compras a México (-7.2%) y Colombia (-0.3%).

En un contexto de condiciones poco favorables para el comercio internacional y menores perspectivas de crecimiento para la economía mundial, la AP aún se mantiene como un bloque sólido. Si bien es importante tener en cuenta las cifras del intercambio comercial con nuestros socios, no debemos dejar de lado el fin principal de la alianza: lograr una integración que permita el desarrollo y el crecimiento de sus miembros.