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RÉGIMEN AGRARIO: PROPUESTAS DESUBICADAS
Por ComexPerú / Publicado en Diciembre 07, 2017 / Semanario 918 - Hechos de Importancia

El dinamismo del sector agropecuario peruano se pone en riesgo una vez más debido a propuestas inadecuadas del Poder Legislativo, que esta vez tienen como protagonista, irónicamente, a la bancada oficialista. Esta es una más de varias iniciativas legislativas presentadas en los últimos meses que buscan eliminar o modificar el régimen laboral agrario que tanto bien le ha hecho a este sector de la economía y al país en general. Gracias a este es que, en buena parte, nuestras agroexportaciones en los últimos años han crecido a tasas de entre el 5% y el 20% anual.
Así, el proyecto de Ley N.° 2118, iniciativa de la congresista Janet Sánchez, de la bancada de Peruanos por el Kambio, atenta contra el régimen laboral agrario, uno de los dos pilares que, junto con el tributario, lograron impulsar la competitividad del sector y posicionarnos como uno de los países referentes a nivel mundial en exportación de alimentos.
El proyecto en mención dispone que el régimen laboral del sector agrario se rija por el régimen laboral general, lo que limitaría gravemente la posibilidad de celebrar contratos temporales, característica primordial del régimen laboral especial agrario. Es importante resaltar que la práctica usual en este sector consiste en la contratación por jornadas de trabajo (o temporadas), ya que la naturaleza inherente de la actividad agraria es la temporalidad, en función de los periodos de cosecha, siembra o producción en determinados meses del año. Si bien el régimen laboral general permite también este tipo de contratos temporales (sujetos a modalidad), dispone que solo puedan tener una duración máxima de cinco años e, incluso, si se celebran por dos temporadas consecutivas o tres alternadas, el trabajador tiene el derecho a ser contratado en todas las temporadas siguientes.
Adicionalmente, el proyecto buscaría eliminar la posibilidad de percibir remuneraciones diarias, aumentar el descanso vacacional y la indemnización por despido, retirar la exoneración del impuesto extraordinario de solidaridad a las remuneraciones agrarias e incrementar el aporte mensual a EsSalud. Es decir, se aumentarían los costos para las empresas formales sin tomar en consideración que el sector agrario no tiene la misma dinámica que otros sectores de la economía, pues se trabaja por temporadas de acuerdo con los cultivos o productos que se ofrecen.
PARA MUESTRA, UN BOTÓN
El régimen agrario, sumado a otras políticas de apertura comercial y tecnificación e innovación agraria, le permitió al sector crecer exponencialmente entre los años 2000 (cuando se promulgó el régimen especial agrario) y 2016. Las exportaciones agrícolas tradicionales lograron un crecimiento acumulado del 247% (de US$ 247.5 millones en 2000 a US$ 858.1 millones en 2016), mientras que las no tradicionales crecieron en 1,092%, al pasar de US$ 394.6 millones a US$ 4,701 millones, ¡más de 10 veces su valor inicial!
Productos como las uvas, que se exportaban tan solo a diez países en el año 2000, por un valor total de solo US$ 5.9 millones, hoy llegan a más de sesenta países alrededor del mundo y se exportan por cerca de US$ 700 millones anuales. Algo muy parecido sucedió con las paltas y los espárragos, por ejemplo, que en 2000 se exportaban por US$ 2.5 millones y US$ 53.7 millones, respectivamente, y que en 2016 alcanzaron un total de US$ 396.9 millones y US$ 422.5 millones. El café peruano no se quedó atrás y triplicó sus envíos al mundo, al pasar de US$ 224 millones en 2000 a US$ 760.8 millones en 2016. A estos se suman muchos otros casos de éxito, como el mango, la quinua, los bananos y el cacao, solo por nombrar algunos.
Pero el éxito del sector no solo se refleja en las exportaciones. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), entre 2000 y 2016, el PBI del sector agricultura se incrementó un 67%, al pasar de S/ 15,496 millones a S/ 25,916 millones, y la inversión extranjera en el sector se incrementó un 59%, al pasar de US$ 44.4 millones a US$ 70.5 millones. Asimismo, la pobreza rural se redujo desde niveles por encima del 85% al 43.8% en el mismo periodo.
Es importante recordar que cada sector tiene sus propias particularidades. El Perú es un país megadiverso, con un potencial enorme para producir y exportar alimentos o productos provenientes de nuestra tierra; por ello, necesitamos leyes que se ajusten a la realidad del sector. En la medida en que la agricultura siga creciendo y desempeñándose de la manera en que lo viene haciendo, se seguirán creando empleos formales y se generará desarrollo económico y bienestar social en todos los rincones del país.
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