La inflación global es una realidad, pues se observa una aceleración de esta en varios países desde mediados de 2021. No obstante, a nivel regional, tanto la inflación total como la subyacente[1] del Perú fueron las más bajas, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). 

De acuerdo con el último Reporte de Inflación del BCRP, en febrero último se registró una tasa mensual de inflación del 0.31% y, en términos interanuales, se elevó del 5.68% al 6.15% con respecto a enero de 2022, ubicándose por encima del rango meta, tal como se evidencia desde junio de 2021, mes en el que alcanzó el 3.25%.

En lo que respecta a la inflación subyacente, esta presentó una variación del 0.21% mensual y el 3.26% en los últimos doce meses a febrero del presente año, según el BCRP. La variación de los precios de los bienes de este tipo de inflación fue del 0.5% entre enero y febrero, y se explica principalmente por la fuerte variación en los precios de los vehículos, que se incrementaron un 1.4% entre el primer y el segundo mes de 2022.

En cuanto a los servicios, la variación de los precios fue de un 0.1% entre enero y febrero de 2022. Tanto alquileres como transporte terrestre nacional, local, aéreo nacional y aéreo internacional experimentaron una variación negativa en sus precios. Por su parte, los precios del transporte local se incrementaron en un 0.2%, lo cual explica el incremento en los precios de los servicios, pues representa la mayor contribución a dicho sector.

Asimismo, hubo un fuerte incremento en los precios de los alimentos y la energía, lo que contribuyó al aumento de la inflación total a doce meses. Estos precios crecieron un 0.44% entre enero y febrero, con una variación del 9.54% en los últimos doce meses. Los principales incrementos se explicaron por un aumento en los costos de producción, debido al alza en los precios internacionales de ciertos insumos y, en otra instancia, por una menor oferta de determinados productos.

En cuanto a los precios de alimentos y bebidas, estos registraron un incremento del 0.4% de enero a febrero. Los principales aumentos fueron los del huevo (+12.8%) y la papa (+12.5%), mientras que las principales disminuciones fueron las de la papaya (-21.1%) y la carne de pollo (-4.8%).

En cuanto a los precios de combustibles y electricidad, estos registraron un incremento del 1.1% de enero a febrero del presente año, y el mayor aumento fue el de los combustibles para vehículos (+3%).

Ante esta tendencia alcista en la inflación, el BCRP elevó la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos, con lo que se ubica actualmente en un 4%. La entidad proyecta que la trayectoria decreciente de la inflación interanual se inicie en julio del presente año y que esta retorne al rango meta en el primer semestre del próximo año.

Si bien se está dando la reversión del efecto de los factores transitorios sobre la tasa de inflación, principalmente del tipo de cambio, existen una serie de factores internacionales que podrían afectar los niveles de precios globalmente.

En primer lugar, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial crecerá menos de los previsto en el presente año, debido a una desaceleración de China y EE. UU. A ello se le atribuye el pronosticado aumento en la inflación. En enero de 2022, el FMI estimó que la inflación global promedie el 3.9% en las economías avanzadas en este año (+1.6%), mientras que para las economías emergentes y en desarrollo promediaría el 5.9% (+1%). Para la región Latinoamérica y el Caribe se proyectó una inflación del 2.4% (-0.6%).

No obstante, hasta ese momento no se había considerado el impacto que podría tener el conflicto entre Rusia y Ucrania sobre la inflación. Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos indicó que esta situación incrementaría en 2.5 puntos porcentuales la ya elevada inflación global. Si bien la Unión Europea sería la región más afectada de forma directa, sobre todo en su mercado energético, altamente dependiente de Rusia tanto en sus importaciones de crudo (un 27% lo compra al mercado ruso) como de gas natural (41%) y combustible sólido (47%), los efectos también se sentirían en la región latinoamericana.

Rusia y Ucrania son productores de materias primas y las interrupciones en el comercio han provocado que los precios mundiales de productos energéticos como el petróleo y el gas se disparen. Sin embargo, el FMI señala que el aumento en los precios de petróleo perjudica a los importadores de América Central y el Caribe, mientras que los exportadores de crudo, cobre, mineral de hierro, maíz, trigo y metales percibirían mayores ingresos y, con ello, mitigarían el impacto del conflicto en su crecimiento.

[1] La inflación subyacente sería la inflación de largo plazo en ausencia de presiones de demanda y choques. El BCRP la calcula excluyendo las variaciones de los precios de alimentos y energía, los cuales presentan mayor volatilidad.