En el periodo enero-febrero del presente año, nuestras exportaciones sumaron un total de US$ 7,102 millones, es decir, un 6% menos con respecto al mismo periodo de 2018. Dicho resultado se debería, principalmente, al retroceso de nuestros envíos tradicionales que, con un valor de US$ 4,927 millones, cayeron un 9.2%. Por su parte, nuestras exportaciones no tradicionales sumaron US$ 2,175 millones y crecieron un 2.3%.

Si bien en los dos primeros meses del año ocho de nuestros quince sectores de exportación mostraron resultados negativos, resulta prioritario prestar especial atención a los sectores minero y petróleo y derivados, dado que, en conjunto, representan el 62.7% de las exportaciones totales. Así, mientras que el primero se contrajo un 14.9% con respecto a 2018 y sumó un total de US$ 3,857 millones, el segundo cayó un 12% (US$ 593 millones).

En línea con lo anterior, los minerales de cobre y sus concentrados, aunque con una caída del 8.4% (US$ 1,872 millones), se mantuvieron como nuestro principal producto de exportación, al representar el 26.4% de nuestros envíos totales. Asimismo, el oro mostró una caída del 13.7% (US$ 1,030 millones), los demás concentrados de zinc se contrajeron un 41.2% (US$ 213 millones) y los minerales de plomo y sus concentrados, un 17.2% (US$ 146 millones). En cuanto al sector petróleo y derivados, nuestros tres principales productos, el gas natural licuado (+20.6%; US$ 161 millones), los demás fueloils (+2.5%; US$ 113 millones) y los aceites de petróleo o de mineral bituminoso (+12.1%; US$ 113 millones), mostraron un dinamismo positivo. No obstante, otros productos, como los aceites de petróleo o de mineral bituminoso para motores con un número de octano inferior a 84 (-74.2%; US$ 20 millones), el betún de petróleo (-44.1%; US$ 1.8 millones) y el gas propano licuado (-26.4%; US$ 0.5 millones), condujeron el resultado general del sector al terreno negativo.

Por el contrario, el sector agropecuario no tradicional (+8%; US$ 1,060 millones) y el pesquero tradicional (+190%; US$ 403 millones) fueron los que, en gran medida, amortiguaron la caída de los dos primeros meses. Así, en lo que respecta a las agroexportaciones no tradicionales, las uvas frescas (+20.7%; US$ 343 millones), los mangos (-8.9%; US$ 122 millones) y los arándanos (+78.3%; US$ 77 millones) se posicionaron como nuestros principales productos. En cuanto a nuestras exportaciones pesqueras tradicionales, la harina, polvo y pellets de pescado creció un 293% (US$ 334 millones).

Con respecto a nuestros principales destinos de exportación, China lideró el ranking al alcanzar los US$ 2,228 millones (+22%). Asimismo, EE.UU. y Suiza, con montos exportados de US$ 951 millones (-31.9%) y US$ 372 millones (+1.2%), respectivamente, conformaron también el top 3.

RESULTADOS DE FEBRERO

En el mes de febrero, nuestras exportaciones sumaron un total de US$ 3,315 millones, es decir, un 7.4% menos que en el mismo mes de 2018, con lo que nuestros envíos al exterior acumularon seis meses consecutivos de caída. Asimismo, tanto nuestras exportaciones tradicionales como las no tradicionales mostraron un desempeño negativo. Las primeras, con un valor de US$ 2,375 millones, cayeron un 8.1%, y las no tradicionales, con un monto de US$ 940 millones, un 5.8%.

Durante el mes mencionado, once sectores mostraron un desempeño negativo, y el más preocupante fue el minero, que mostró una caída del 17.1%. Así, las exportaciones de minerales de cobre y sus concentrados cayeron un 3.6%; las de oro, un 13.6%; las de concentrados de zinc, un 43.8%, y las de minerales de plomo y sus concentrados, un 41.2%. Asimismo, nuestros envíos agropecuarios sufrieron una caída del 3.8%, tras haber registrado veintitrés meses continuos de crecimiento. Al respecto, las exportaciones de uvas crecieron un 26.4%, mientras que las de mangos cayeron un 31.9%.

Por su parte, el sector petróleo y derivados mostró un incremento del 26.1% debido a las mayores exportaciones de aceite de petróleo o de mineral bituminoso (+64.3%), gas natural licuado (+91.3%) y los demás fueloils (+19.5%). Igualmente, la pesca tradicional creció un 91.1%, producto, principalmente, de los mayores envíos de harina, polvo y pellets de pescado (+141%). Cabe precisar que, a finales de 2018, la producción pesquera se vio favorecida por el incremento de captura de anchoveta, lo que permitió un crecimiento de las exportaciones del 1,314% y el 900% en los meses de enero y diciembre, respectivamente. No obstante, para este año, el Banco Central de Reserva del Perú esperaría una normalización de la captura de anchoveta, lo que se vería reflejado en el menor crecimiento de las exportaciones pesqueras registrado en febrero.

Los resultados obtenidos en lo que va del año deberían ser una señal de alerta para afrontar la situación de la manera más adecuada. Recordemos que, si bien los menores precios de exportación y las tensiones comerciales son factores que no dependen de nosotros, la promoción de políticas que incentiven la competitividad de nuestros exportadores y reduzcan los sobrecostos del comercio internacional sí.