¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
Avances en la estrategia de interoperabilidad del BCRP en los pagos digitales
Por Comexperu / Publicado en Agosto 22, 2025 / Semanario 1269 - Actualidad

Al cierre del primer semestre de 2025, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) reportó más de 186 millones de transacciones interoperables cada mes en pagos digitales. Más allá de las cifras, ¿qué hay detrás de esta estrategia y cómo se compara con lo que vienen haciendo otros bancos centrales de la región?
En el ámbito de los pagos digitales, la interoperabilidad significa que diferentes sistemas —billeteras electrónicas, bancos, cajas o emisores de dinero electrónico— puedan conectarse entre sí, lo cual permite que los usuarios realicen transferencias y pagos sin importar la plataforma o entidad de origen. En este proceso, el BCRP tiene un rol central, porque asumió la función de garantizar que el sistema de pagos funcione de manera segura y eficiente. Su intervención afianza neutralidad entre los actores, eleva la confianza en la infraestructura financiera y sienta las bases para que la competencia e innovación se traduzcan en menores costos y mayor acceso para los usuarios.
A nivel de los avances en la región, en Brasil y México, los bancos centrales tuvieron un papel importante. El Banco Central de Brasil no solo reguló, sino que creó y opera Pix, un sistema público de pagos instantáneos e interoperables, cuyo uso es obligatorio para los grandes actores financieros. Por su parte, el Banco de México gestiona el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), en funcionamiento desde 2004, que garantiza transferencias interbancarias inmediatas y seguras, lo que asegura plena interoperabilidad entre bancos, fintechs y otras entidades autorizadas.
En Argentina, el Banco Central también ha sido protagonista al establecer, en 2020, la interoperabilidad de los códigos QR y lanzar Transferencias 3.0, un esquema que obliga a que todas las billeteras puedan enviar o recibir pagos desde cualquier otra. Con ello, el país argentino busca reducir costos, ampliar el acceso y fomentar la competencia en el ecosistema de pagos digitales. En contraste, en países como Chile y Colombia, los bancos centrales asumieron un rol más de facilitadores y reguladores, limitándose a definir estándares técnicos y reglas de seguridad, mientras la industria privada lidera el desarrollo de las soluciones interoperables.
En el Perú, hasta hace pocos años, el ecosistema de pagos digitales se caracterizaba por su fragmentación y carácter cerrado. La imposibilidad de transferir entre billeteras —como ocurría con Yape y Plin antes de 2022— limitaba la adopción masiva de herramientas digitales, reducía el atractivo para nuevos participantes y mantenía al efectivo como medio predominante. Fue en ese contexto que el BCRP impulsó la Estrategia de Interoperabilidad.
Los avances se dieron de manera progresiva, a través de fases que fueron incorporando cada vez más servicios y actores al ecosistema. En un inicio, la interoperabilidad permitió que las principales billeteras digitales pudieran conectarse entre sí; luego, se extendió a las transferencias inmediatas desde la banca móvil y al uso de códigos QR; y, más adelante, alcanzó a las empresas emisoras de dinero electrónico y al sistema Bim, lo que amplió la diversidad de opciones disponibles para los usuarios.
En 2024, la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) incorporó por primera vez una pregunta sobre el uso de billeteras digitales, a partir de la cual se estima que el 46.4% de la población que mantiene productos en el sistema financiero emplea billeteras digitales como Yape, Plin, entre otros. La penetración es mayor en las zonas urbanas (51.4%), mientras que en las áreas rurales apenas alcanza el 17.1%.
En Lima, el 58.4% de la población con cuenta en el sistema financiero utiliza alguna billetera digital, porcentaje que la ubica entre las regiones con mayor nivel de adopción, junto con el Callao (59%) e Ica (57.6%). En el otro extremo, departamentos como Apurímac (24.5%), Cajamarca (24.8%) y Ayacucho (24.9%) muestran los niveles más bajos de uso.
Al observar la brecha en el uso en el ámbito urbano rural, resaltan casos como La Libertad (54.8% de la población en zonas urbanas y 21.8% en zonas rurales) o Áncash (46.6% y 14.9%, respectivamente). Por otra parte, regiones amazónicas como Loreto (9.3%), Apurímac (12.1%) y Cajamarca (12.1%) reflejan rezagos más marcados en sus zonas rurales. Estos resultados sugieren que, aunque la billetera digital se ha consolidado en las ciudades, su llegada al ámbito rural es todavía limitada para quienes mantienen productos en el sistema financiero.
Los pagos digitales reducen el uso de efectivo y generan trazabilidad, lo que fortalece la seguridad y transparencia del sistema financiero. La interoperabilidad promovida por el BCRP impulsó la inclusión y la competencia en el mercado, si bien persisten las brechas entre zonas urbanas y rurales. El reto es que estos avances se traduzcan en un acceso más equitativo, apoyado en educación financiera y confianza en la innovación tecnológica.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Economía
- Actualidad
Bolivia ante la encrucijada: elecciones en medio de una crisis social, política y económica
La segunda vuelta en Bolivia llega en un momento crítico económica y socialmente hablando, con una inflación elevada y un panorama político fragmentado que pondrá a prueba la capacidad de gobernar, cooperar y reformar.
- Turismo
- Competitividad
- Actualidad
Stopover: la estrategia que podría impulsar el turismo receptivo en Lima
Entre enero y julio de 2025, Chile y EE. UU. siguen consolidándose como los principales países emisores de turistas hacia el Perú. Una alternativa para impulsar el turismo sería el stopover, estrategia que tuvo éxito en otros países. ¿Cómo funciona? ¿Podría el Perú convertirla en una oportunidad para fomentar el turismo en la capital?