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AGENDA 2020 (PARTE 1)
Por Jessica Luna / Publicado en Diciembre 13, 2019 / Semanario 1012 - Editorial

El 2019 ha sido un año muy complicado. Hemos venido perdiendo el dinamismo del crecimiento económico y fallando en la lucha para la reducción de la pobreza, generación de empleo y de oportunidades para la población. Difícilmente alcanzaremos una tasa de crecimiento del PBI del 2.7%, como la proyectada por el BCRP, las exportaciones caerían alrededor del 5% y el ritmo de la inversión pública y privada se continuaría ralentizando.
Con miras hacia adelante, queremos plantear temas fundamentales en la agenda económica y social del Perú para 2020.
Primero, la mejora de la eficiencia en la ejecución de la inversión pública y (repensar) el proceso de descentralización. La falta de capacidades de gestión en los Gobiernos subnacionales genera serios problemas en la ejecución del gasto público, sobre todo en la provisión de servicios esenciales como salud, educación e infraestructura. Si tenemos en cuenta que los departamentos, excepto Lima, aportan el 55.1% del PBI nacional, su buen desempeño es fundamental para el crecimiento del país. Si analizamos la inversión pública entre enero y noviembre de 2019, los Gobiernos regionales y locales ejecutaron un 45.4% y un 49.7% de su presupuesto institucional modificado destinado a proyectos, respectivamente. Si bien el Ministerio de Economía y Finanzas realiza esfuerzos a través del presupuesto por resultados, la participación del sector privado, a través de asociaciones público-privadas u obras por impuestos, es una oportunidad para contribuir a la inversión, siendo el ciudadano el más beneficiado.
Segundo, abordar una reforma integral del sector salud. Las recientes normas aprobadas solo reflejan una total miopía de la problemática del sector que, aunque populares, no cambiarán la calidad del servicio que recibe el ciudadano. Nuevamente, es un tema de gestión y de capacidades del Estado para proveer servicios de calidad. Así, si el 74.7% de la población accede a un seguro público, y uno de cada dos pacientes que recibe receta médica debe comprar sus medicinas porque estas no le fueron entregadas, es claro dónde está el problema. Igualmente, el retraso en la adopción de tratamientos (medicamentos) de 15 años o más, muchos de los cuales nunca llegan a ser cubiertos, evidencia que no estamos siendo eficientes en el provisión de servicios de salud a la población.
Tercero, garantizar el acceso a una educación de calidad, lo cual se relaciona directamente con el crecimiento económico de largo plazo y la productividad. Es inaceptable que únicamente un 41.9% de los colegios públicos y privados a nivel nacional cuenten con acceso a los tres servicios básicos (luz, agua y desagüe). Más alarmante es que esta cifra sea del 92.8% en Lima, mientras que en Ucayali y Loreto sea de solo 9.9% y 8.5%, respectivamente. Urge atender estas brechas, sumadas a la necesidad de continuar con la reforma magisterial, el licenciamiento de carreras técnicas, la implementación de la educación dual, entre otros.
Atender las brechas sociales con un Estado ágil es una tarea impostergable. Gestión debe ser la palabra clave en 2020.
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