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SEIS SECTORES NO CERRARÍAN SU BRECHA DE INFRAESTRUCTURA EN LOS PRÓXIMOS 20 AÑOS SI NO TIENEN UN NUEVO IMPULSO

Por ComexPerú / Publicado en Junio 25, 2021 / Semanario 1080 - Actualidad

Pese a que durante el siglo XXI se ha producido un aumento en la dotación y calidad de nuestra infraestructura, nuestro país aún se encuentra lejos de niveles competitivos. Una muestra de ello es que, según el Reporte de Competitividad Global 2019-2020, elaborado por el Foro Económico Mundial, ocupamos la posición 88 de 141 economías en el pilar de Infraestructura (ver Semanario 1007).

A esto debemos sumar que la inversión se ha reducido con el paso de los años. De acuerdo con Infralatam[1], la inversión pública en infraestructura de agua, energía, telecomunicaciones y transporte en el Perú ha caído desde 2010 y, pese a una recuperación en 2017, en 2019 se encontraba en su nivel más bajo desde 2008, un 2.15% del PBI. Por otra parte, según el Banco Mundial, los compromisos de inversión privada en proyectos de infraestructura han disminuido enormemente desde 2015, hasta representar en 2019 tan solo un 0.02% del PBI.

En respuesta a este contexto, el Gobierno presentó en 2019 la brecha de infraestructura y el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC), dos hojas de ruta para ordenar y dinamizar la formación del capital físico en el país. Dada la importancia de realizar un monitoreo de estas herramientas, ya que se necesita conocer si se están cumpliendo los plazos y objetivos establecidos, ComexPerú elaboró el Reporte de Avance de Proyectos PNIC (ver semanarios 1074, 1065 y 1054), para efectuar un seguimiento de la ejecución de los proyectos en el plan de infraestructura. En esta oportunidad, presentamos el primer Informe de Cierre de la Brecha de Infraestructura, el cual estimó dicho cierre en los sectores de agua, saneamiento, electricidad, telecomunicaciones y transportes para 2019.

CIERRE DE LA BRECHA DE INFRAESTRUCTURA EN 2019

Puesto que la brecha de infraestructura se centra en la diferencia entre el valor de ciertos indicadores de infraestructura de un benchmark y el valor del Perú, nuestro enfoque estuvo en calcular (bajo ciertos supuestos) la reducción de esta diferencia. Para ello, se actualizaron los indicadores utilizados en el cálculo original de la brecha, con base en el estudio del BID y la Universidad del Pacífico[2], por medio de diversas fuentes oficiales y de acceso público. Todos los sectores experimentaron un incremento, con excepción del sector ferrocarriles, por lo cual se decidió mantener su brecha constante.

De esta manera, los nuevos valores permitieron estimar los cambios en la brecha de infraestructura para 2019. Los resultados mostraron que el sector con el mayor cierre fue telefonía móvil, con un 49.33%, seguido por saneamiento urbano (30.47%) y electricidad (25.81%), en el top 3. Detrás estuvieron agua urbano, agua rural e internet, con un 13.13%, 10.08% y 5.04%, respectivamente; y los menores avances los tuvieron los sectores de carreteras, puertos, saneamiento rural y aeropuertos, con un 2.52%, 1.56%, 0.82% y 0.05%, cada uno. 

¿Qué significan estos resultados? Si asumimos que los indicadores mantienen este ritmo anual en el lapso de 20 años que se estableció para lograr el cierre total de la brecha, obtendríamos que solo telefonía móvil, saneamiento urbano, electricidad y agua urbano cerrarían su brecha al final del periodo. Agua rural e internet fijo experimentarían reducciones importantes para el año 20, mas no cumplirían la meta. Mientras que el resto de los sectores (en especial, aeropuertos) mantendría una brecha similar en el mismo año.


Para esclarecer las variaciones estimadas, decidimos analizar cómo se comportó la inversión en cada sector. Entre los sectores de servicios básicos, identificamos que la inversión en agua y saneamiento rural tuvo una poca ejecución, tendencia decreciente y atomización, lo cual justificaría sus peores resultados respecto de su contraparte urbana. La inversión en electricidad, en cambio, sobresalió por montos de inversión menores, pero un mayor porcentaje de ejecución, lo que puede atribuirle al sector una mayor eficiencia en cuanto al cierre de su brecha.

En los sectores de telecomunicaciones, la inversión creció considerablemente en 2019. No obstante, al contrario de telefonía móvil, el sector internet fijo no pudo beneficiarse de ello, producto de ineficiencias en sus proyectos de expansión más relevantes. En los sectores de transportes, la inversión en carreteras ha sido sustancialmente mayor, pero esto no se ha asociado con incrementos en los kilómetros pavimentados, producto de avances casi nulos en las redes departamentales y vecinales. Mientras que, en los sectores aeropuertos y puertos, la inversión no se ha centrado en las infraestructuras principales de la capital, las cuales son las que más impactan en el cierre de brechas.

Por otro lado, dado que el cierre de brechas no debió haber ocurrido de forma homogénea a lo largo del país, realizamos un análisis departamental de las variaciones de los indicadores y la inversión (aunque enfrentamos limitaciones que no nos permitieron abordar los sectores de telecomunicaciones). En el caso de los servicios básicos, se encontraron departamentos con aumentos y caídas en sus indicadores, pero estos no se asociaban directamente con la inversión departamental, lo que significa que deben existir otros factores, probablemente locales, que influyen en esta dotación de infraestructura.

En el sector carreteras, se observó que los montos de inversión en las redes departamentales y vecinales no son menores, lo cual sugiere que estos no se dirigen a proyectos de pavimentación. Finalmente, en los sectores aeropuertos y puertos se reforzó la importancia de la infraestructura de la capital, pero en el segundo sobresalió el rol positivo de los terminales fuera de Lima.

La suma de todos estos resultados refleja que el cierre de la brecha enfrenta diversas realidades y, lo más importante, que hay sectores con dificultades. Específicamente, agua y saneamiento rural, internet fijo y todos los de transportes necesitan un nuevo empuje, puesto que al ritmo de 2019 ninguno cerrará su brecha en 2038. La revisión de la inversión y el análisis departamental mostraron que, en agua y saneamiento rural, así como en carreteras, los Gobiernos regionales y locales tienen un rol clave respecto de cómo ejecutan su inversión para incrementar la cobertura de esos servicios y la pavimentación de redes menores. Con relación a los demás, es vital lograr el avance de las principales infraestructuras del país (Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y los terminales portuarios del Callao), así como no descuidar las más relevantes fuera de la capital.


[1] Iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que recopila los datos de la inversión realizada por el sector público en infraestructura económica en Latinoamérica.

[2] Brecha de infraestructura en el Perú: Estimación de la brecha de infraestructura de largo plazo 2019-2038

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