La cuarta revolución industrial ha llegado y nos toca adaptarnos a este ritmo. Sin duda, es crucial para las empresas adoptar las nuevas tendencias según su rubro para mantenerse competitivas en el mercado. Ejemplos como la quiebra de Kodak evidencian los peligrosos efectos de resistirse al cambio. De haber incorporado dentro de su modelo la transformación digital, los resultados probablemente serían distintos. Por ello, es necesario que los empresarios tomen las riendas de su negocio y se enrumben hacia este camino.

Una de las primeras acciones para lograr la transformación digital es alinear la cultura de la empresa al cambio, señala Neo Consulting. Para ello, los trabajadores deben comprender en qué consiste el modelo y su propósito. Además, se debe contar con un análisis detallado sobre el estado actual de la organización, del sector en el que incursiona y del consumidor. Una vez establecida la estrategia basada en el análisis, se procede a adquirir las herramientas necesarias, capacitar al personal y monitorear los avances y el impacto. Al ser un modelo adaptativo, es necesario considerar que, a su vez, requiere de constante inversión a fin de mantenerse a la vanguardia del sector.

La digitalización implica un cambio en la estructura organizacional de las empresas, pues, como se menciona en el Semanario 1068, la transformación digital es más que solo digitalizar información o procesos. Como se mencionó previamente, la adaptabilidad es una de las habilidades más requeridas, por lo cual el modelo de negocio debe orientarse a absorber los cambios con celeridad. De esta manera, se actualiza el perfil del consumidor objetivo; se renuevan los canales de venta; se agilizan trámites, documentación y licencias; se generan nuevas estrategias de marketing, se mejora la ciberseguridad, entre otros beneficios.

Además, esta transformación propicia resultados positivos al mejorar la eficiencia de las empresas. En primer lugar, permite automatizar o acelerar procesos, tanto en lo que respecta al manejo de información o producción, por lo cual se reducen costos. Por el lado del capital humano, el acceso a las herramientas tecnológicas permite un mayor aprovechamiento de sus capacidades, por lo que serán más productivos en sus funciones, sean estas técnicas, de producción, de servicio al cliente, administrativas, entre otras; además, permite una mayor amplitud de sugerencias y aportes, generando una retroalimentación de 360°.

Por último, la digitalización refuerza la relación entre el consumidor y la empresa. Con la integración de la información sobre el cliente y la inteligencia artificial es posible entender sus necesidades y así personalizar la experiencia que este tenga al adquirir un bien o servicio de la empresa, por medio de estímulos que generen engagement, según PwC. No solo se logra fidelizar a los clientes, sino que es posible atraer a un nuevo público de consumidores, tanto por el mayor alcance provisto por el uso de canales digitales, como por la elaboración de mejores estrategias de marketing, por el mejor conocimiento sobre el usuario objetivo y así entender mejor las tendenc

El uso de canales digitales es una muestra de los cambios y avances tecnológicos que las empresas deben adoptar para competir en el mercado, y el consumidor peruano refuerza esta necesidad. Según el Reporte Oficial de la Industria e-commerce en el Perú 2020 elaborado por la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (CAPECE), el país contó con casi 12 millones de compradores online al cierre de 2020. El sector con mayor participación en el e-commerce fue el sector retail, ya que este creció un 250% en 2020 y desplazó de esa posición al turismo, cuya participación en el e-commerce decreció un 75% respecto de 2019.

Empresas de otros rubros también tienen incorporada la transformación digital en sus modelos organizacionales. En la banca peruana, Interbank es considerado el caso de mayor éxito, pues un estudio de Neo Consulting lo ubica como el banco más innovador, según los limeños de 25 a 37 años. Gracias a Interbank App y su Banca por Internet, es posible que el 95% de las operaciones se realicen con estas herramientas, lo cual brinda mayores facilidades al usuario. Servicios como la Tarjeta Digital y el ahorro por la Alcancía Virtual también mejoran la experiencia. Para diciembre de 2020, alcanzaron un ratio de apertura de cuentas de ahorro a través de canales digitales del 55% de usuarios digitales, mayor al 37% registrado en diciembre de 2019.

No hay un solo camino para alcanzar un modelo de transformación digital, pero, una vez más, la principal habilidad requerida es la adaptabilidad; quien se resista al cambio, quedará rezagado.