¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
EVOLUCIÓN DEL GASTO DEL PROGRAMA ARTICULADO NUTRICIONAL (PAN)
Por ComexPerú / Publicado en Agosto 28, 2020 / Semanario 1040 - Actualidad

Cuando analizamos el rol del Estado en una sociedad, quizás su labor más importante sea utilizar eficientemente sus recursos para hacer que el bienestar de la población sea el más alto posible. En ese escenario óptimo, este debe esforzarse para que la población reciba servicios públicos de calidad, como salud, educación, seguridad, infraestructura, entre otros, y ponga especial atención hacia las personas en sectores vulnerables.
La desnutrición crónica infantil (DCI) y la prevalencia de la anemia están entre los mayores problemas de política pública relacionados con la primera infancia. La DCI tiene efectos muy negativos en el desarrollo emocional, social[1] y cognitivo[2] de los niños, lo cual se traduce en una baja productividad cuando llegan a la adultez, lo que genera además una alta probabilidad de replicar este cuadro en sus descendientes y perpetuarse en el tiempo[3]. Por su parte, la deficiencia de anemia también tiene un gran impacto en el desarrollo emocional, cognitivo y motor de las niñas y niños menores de 36 meses[4].
En 2008, con el objetivo de reducir la prevalencia de la desnutrición crónica en niños menores de cinco años, nació el Programa Articulado Nutricional (PAN). Este, uno de los cinco primeros programas presupuestales multisectoriales en implementarse bajo un modelo causal basado en evidencia, se inició con un presupuesto modificado institucional (PIM) asignado de S/ 1,199 millones y, en 2019, este ascendió a S/ 2,845 millones, lo que reflejó un incremento del 137% con respecto a 2008. En lo que se refiere al gasto, en 2019, se devengó S/ 2,612 millones, equivalente a un nivel de ejecución del 91.8% del PAN, el cual representa alrededor del 0.35% del valor de todos los bienes y servicios que se producen en nuestro país, una cifra significativa que no debemos pasar por alto.
Se esperaría que, con esa cantidad de recursos asignados cada año, los indicadores de nutrición mejoren sustancialmente con el tiempo. Una variable clave para evaluarlo es cómo ha evolucionado la desnutrición crónica infantil en niñas y niños menores de cinco años. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), de 2008 a 2019, el indicador cayó alrededor de 56 puntos porcentuales (pp), el resultado esperado con el indicador. En 2008, 3 de cada 10 niños en ese rango de edad sufrían de DCI, una cifra que en 2019 se ha reducido solo a 1 de cada 10.
Otra variable clave para evaluar esto es cómo ha evolucionado la prevalencia de anemia en los niños y niñas entre 6 y 35 meses, pues a pesar de que la DCI se ha reducido de manera importante, un factor asociado con ella es la prevalencia de anemia y es en este indicador en el cual surgen los problemas. Según cifras del INEI, en 2008, 5 de cada 10 niños en ese rango de edad sufrían de anemia, una cifra que en 2019 se ha reducido solo a 4 de cada 10. Si bien se observa una caída de 30 pp entre 2008 y 2019, al pasar del 57.8% al 40.1%, respectivamente, el indicador aún es elevado, ya que, de acuerdo con el Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia (PMLCA, 2018), la meta para 2020 es del 30%, cifra ambiciosa que probablemente no se logre alcanzar ante la crisis de salud y economía por la pandemia de la COVID-19.
A pesar del exponencial crecimiento en los recursos destinados al PAN, entre otras cosas, la prevalencia de anemia persiste en niveles elevados respecto de las metas establecidas. Entonces, si existen recursos y los indicadores no mejoran de acuerdo con lo esperado, el problema quizá se encuentre en cómo se gestionan los recursos. Adicionalmente, debemos tener en cuenta el hecho de que este y el próximo año la pandemia y la cuarentena tendrán graves efectos sobre la entrega de alimentos, el acceso a micronutrientes, entre otros, lo que podría agravar los resultados en los que tanto se ha trabajado. Esto genera una oportunidad para rediseñar la entrega de servicios y centrarla en el ciudadano, con un monitoreo a nivel estratégico, táctico y operativo en la implementación de actividades que tienen un impacto significativo en los resultados.
[1] Walker, S. et al. (2007). Child development: risk factors for adverse outcomes in developing countries.
[2] Crookston, B. et al. (2011). Impact of early and concurrent stunting on cognition.
[3] Beltrán y Seinfeld (2009). Desnutrición Crónica Infantil en el Perú: Un problema persistente.
[4] R. M. N. 055-2016 MINSA, que aprueba la Directiva Sanitaria N. 068-MINSA/DGSP V.01, Directiva sanitaria para la prevención de anemia mediante la suplementación con micronutrientes y hierro en niñas y niños menores de 36 meses.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Comercio Exterior
- Economía
- Logística
- Competitividad
Puertos peruanos: avances, retrocesos y nuevos ingresos en el Índice de Conectividad Marítima
En el primer trimestre de 2025, cuatro puertos peruanos se posicionaron entre los 100 más conectados en el transporte marítimo de contenedores de América Latina y el Caribe. Si bien se trata de una presencia destacada en la región, los resultados fueron mixtos: mientras que el Callao y Paita retrocedieron en puntuación, Pisco logró un avance notable y Chancay debutó en el ranking global. ¿Qué explica estos movimientos y cómo se proyecta el desempeño portuario del país?
- Economía
- Gobierno
- Seguridad
Gasto público en seguridad y orden en el Perú: ¿estamos invirtiendo eficazmente?
El presupuesto destinado a seguridad y orden público ha crecido en los últimos años, pero su ejecución muestra brechas significativas entre departamentos y niveles de gobierno. ¿Cómo se distribuyen y gestionan estos recursos en un contexto de creciente inseguridad?