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Trump y el Acuerdo de París
By ComexPerú / Published in June 05, 2017 / Weekly 894 - Topicality

El
presidente de los EE.UU., Donald Trump, anunció el retiro de su país del
Acuerdo de París. La Casa Blanca pospuso la decisión hasta después de la cumbre
del G7[1],
celebrada en Italia la semana pasada, en la que Trump se negó a respaldar dicho
acuerdo. La decisión fue tomada pese a la presión que otras naciones, grupos
ambientalistas y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ejercieron para
que el país norteamericano permanezca en el tratado.
El
Acuerdo de París, negociado durante una conferencia de la ONU en diciembre de
2015, y firmado por 195 países, representa el primer compromiso mundial por
impulsar medidas e inversiones para un futuro sostenible, con el objetivo de
reducir el aumento de la temperatura a nivel global.
El
presidente Trump ya había adelantado desde su campaña presidencial que
retiraría a EE.UU. del Acuerdo y que, además, frenaría todos los pagos a los
programas de las Naciones Unidas en ese sentido. El Acuerdo, según el
mandatario estadounidense, va en contra de los intereses de su país, porque es
malo para las empresas estadounidenses y para el empleo, y no permite
fortalecer la industria del carbón (que es una de las industrias más contaminantes
del mundo). Inclusive, ha llegado a cuestionar el mismo fenómeno del cambio
climático, alegando que sería una “farsa” inventada por China.
Como
partícipe del Acuerdo de París, EE.UU. se había comprometido a una reducción de
las emisiones contaminantes de entre un 26% y un 28% para 2025, con respecto a
los niveles de 2005. Pero al cancelar las políticas energéticas y prácticamente
desmantelar la política de lucha contra el cambio climático de Obama, ya era
evidente que este país no iba a cumplir con su parte del Acuerdo.
Sin
embargo, retirarse no es un proceso rápido ni automático. Según el pacto de
París, los países no pueden abandonarlo durante los primeros tres años y, una
vez decidido, no sería efectivo hasta un año después. Es decir, EE.UU. podría
seguir formando parte de dicho acuerdo durante el mandato de Trump. Otra opción
más radical sería retirarse por completo de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático.
¿Cuáles serían las
repercusiones de esta decisión?
De
acuerdo con información de la base de datos de la Comisión Europea, EE.UU. es
el segundo país del mundo —detrás de China— con mayores emisiones de carbono,
por lo que la decisión del presidente Trump impactaría fuertemente en los
intereses del Acuerdo. Además, EE.UU. representa una importante fuente de
financiamiento y tecnologías para los países en desarrollo en sus esfuerzos por
asegurar un desarrollo sostenible.
Según
una serie de investigadores, consultados por The Associated Press, cada año podrían liberarse hasta 3,000
millones de toneladas más de dióxido de carbono en la atmósfera, a partir del
abandono de los EE.UU. del Acuerdo. Así, aunque el resto de países cumpla con
su compromiso, ello implicaría que la tierra se calentaría 0.3 grados centígrados
más a finales de siglo. Entonces, dado que ya se habría superado más de 1.1
grados centígrados hasta el momento, resultaría poco probable que con este
incremento se logre el objetivo planteado en el Acuerdo.
Por
otro lado, existiría la posibilidad de que otras naciones se retiren del
Acuerdo, en una especie de efecto dominó respecto a la limitación de
contaminación por combustibles fósiles. Según los expertos, este escenario
sería contraproducente para los intereses planteados en el acuerdo, puesto que los
esfuerzos, ayudas o financiamientos serían cada vez menores.
En
este escenario, según declaraciones del vicepresidente de la Comisión Europea,
Maros Sefcovic, la Unión Europea asumiría el liderazgo en la lucha por el
desarrollo sostenible; mientras que, por su parte, naciones como China y Rusia
han emitido declaraciones reafirmando sus compromisos con esta causa.
Desde
el punto de vista diplomático, la decisión del presidente Trump representaría
la ruptura de EE.UU. con sus aliados internacionales en uno de los temas
globales que mayor relevancia captura a nivel global. Las tensiones ya se
vienen observando; evidencia de esto fue el claro malestar de los otros
miembros del G7 con el mandatario estadounidense durante la cumbre llevada a
cabo la semana pasada, en la que discreparon sobre diversos temas, incluyendo
el clima y el comercio.
Al margen del
real impacto que puedan tener (o no) los esfuerzos de las naciones, en el marco
del Acuerdo de París, para asegurar un desarrollo sostenible y limitar las
emisiones de carbono en el mundo, el retiro de los EE.UU. debería llamarnos a
la reflexión sobre las riendas de una de las naciones más grandes del mundo.
Así como en el caso del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus
siglas en inglés), la decisión de abandonar el Acuerdo de París responde a la
política de Estado del nuevo gobierno de los EE.UU., que ejecuta acciones en
base a lo que considera correcto para sus intereses, sin tomarse unos segundos
para pensar en su escala global. Estemos atentos, porque más de estas
decisiones están a la vuelta de la esquina, y las tentaciones de réplica por
parte de otros países no serían extrañas.
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