Gracias a un esfuerzo conjunto del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, en total, 43 aliados del sector público, el privado y la academia, recientemente, se culminó la primera Encuesta Nacional de Logística (ENL) del Perú. 

La ENL es una fuente sumamente importante, pues no solo contiene la primera gran medición cuantitativa de costos logísticos a nivel nacional[1], sino también información estadística y cualitativa sobre las características, problemáticas y principales prácticas de las empresas que ofrecen y demandan servicios logísticos. Estos datos servirán como la línea de base de diversos indicadores que puedan monitorearse en el tiempo. De esta forma, la ENL genera información pertinente para el diseño de políticas públicas que mejoren la competitividad de las empresas. 

Revisemos en detalle los principales resultados. El costo logístico nacional estimado por la encuesta es del 16% del valor de las ventas. Es decir, en promedio, de cada S/ 100 vendidos, las empresas gastan S/ 16 en la logística de dicha venta. Este porcentaje es elevado en comparación con diversos benchmarks, como Colombia, EE. UU. o el promedio de América Latina. Solo el costo logístico de Bolivia supera el nuestro. 

Ahora bien, este costo varía de acuerdo con el tamaño de las empresas. Para las más grandes, el porcentaje es del 15.7%, mientras que para las más pequeñas es del 21.1%. Esta diferencia no es sorprendente, dado que las microempresas cuentan con menores recursos y capacidades para alcanzar mayores eficiencias logísticas. Un reflejo de ello se observa en lo que la ENL define como el “pedido perfecto”, aquel que presenta cero errores en documentos, no posee daños y se realiza a tiempo y de forma completa. Las microempresas solo pueden alcanzar un 34.5% de pedidos perfectos, frente al 51.1% que logran las empresas grandes. 

Por otro lado, la ENL también realizó mediciones interesantes de tiempo y distancia. Por ejemplo, el tiempo promedio que una empresa demora en realizar un pedido[2] es de 22 horas con ocho minutos, pero para las microempresas este tiempo se incrementa hasta un poco más de 31 horas. Las grandes empresas demoran 22 horas con tres minutos; las pequeñas empresas, 17 horas con tres minutos; y las medianas, 14 horas con siete minutos. 

En cuanto a la distancia, la encuesta registró que entre un 42% y un 49% de la flota vehicular involucrada en los pedidos recorre menos de 100 km por día. En el otro extremo, entre un 10% y un 19% recorre más de 500 km. El resto se ubica entre ambas cifras, pero el predominio del primer grupo refleja que un buen cúmulo de empresas no puede abarcar grandes distancias para entregar sus productos. 

PRINCIPALES BARRERAS LOGÍSTICAS Y SOLUCIONES A FUTURO

¿Qué hay detrás de estos resultados? Según la ENL, tanto los usuarios de los servicios logísticos como los proveedores enfrentan diversas barreras logísticas. Una de ellas es la tecnología. La ENL contabilizó el uso de diversas herramientas tecnológicas por parte de las empresas y encontró que su aplicación disminuye mientras son más especializadas. Así, por ejemplo, más del 40% de empresas no utilizó un sistema de gestión de almacenes, identificación de radiofrecuencia, intercambio electrónico de datos o administración de transporte. 

Otra barrera importante es la ausencia de un gerente o responsable del área logística, algo que aplica al 38.5% de las empresas encuestadas. Ello se traduce en múltiples procesos, como la gestión de proveedores, el abastecimiento de producto, la administración de inventarios, etc., que no son liderados por una persona o área específica. 

Finalmente, si dividimos a los usuarios de los proveedores de servicios, para los primeros, los principales problemas que impactan su logística son la falta de planeación, el incumplimiento de tiempos de entrega, la falta de personal y tecnología, y la escasez de proveedores. Mientras que, para los segundos, son los tiempos de atención en puertos, la congestión vehicular, la informalidad y el personal no calificado. 

¿Qué se puede hacer para tumbar estas barreras? Los propios encuestados sugirieron que lo más importante es generar un mejor ambiente logístico, para lo cual se requiere fortalecer sus áreas logísticas, generar una cultura de medición de indicadores e invertir en educación y tecnología. 

El Estado, en cambio, busca fomentar el desarrollo logístico en el país por medio de un mejor marco institucional, que involucra un Plan Nacional de Logística, un Plan Nacional de Servicios e Infraestructura Logística, y la propia ENL. Por supuesto, también considera ciertas acciones puntuales, como fomentar infraestructura que reduzca las limitaciones de transporte (antepuerto del Callao, truck center de Ancón, nuevos accesos al Callao, etc.). 

En síntesis, la ENL ofrece una mirada no antes vista de la logística de las empresas en el Perú. Un análisis más detallado y en el tiempo debe realizarse para encontrar puntos clave que se puedan atacar en aras de que el entramado empresarial del país sea más competitivo. Ello involucra una mayor actividad, mayores ingresos para las personas y, por ende, un mayor crecimiento económico y social.

[1] La última medición relevante fue realizada por el Banco Mundial en 2016 con respecto a cinco cadenas de exportación.

[2] Considerando el tiempo necesario para conseguir un vehículo para realizar la entrega, la carga de los productos y su entrega.