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Evolución de las estrategias del Estado peruano contra la anemia infantil
By Comexperu / Published in June 13, 2025 / Weekly 1260 - Topicality

La anemia infantil representa uno de los principales retos de salud pública en el Perú. Desde el año 2000, el Estado ha desplegado una serie de estrategias. Si bien se han producido algunos avances, la prevalencia de la anemia en niños entre 6 meses y tres años se mantiene en un 43.7%[1].
La mayoría del progreso se concentró entre 2000 y 2011, cuando disminuyó del 69.9% al 41.6%. Sin embargo, este avance se estancó desde entonces y se mantuvo alrededor del 40%. Para el Colegio Médico del Perú (CMP), el avance respondió a la caída de la pobreza monetaria y la mayor seguridad alimentaria del país durante el periodo; mientras que el estancamiento se debió al menor crecimiento económico de los años posteriores. Una prevalencia mayor al 40% es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema de salud pública severo.
En 2018, el Gobierno promulgó el Plan Multisectorial para la Lucha contra la Anemia para el periodo 2018-2021, donde se le estableció como un asunto de prioridad nacional y se plantearon estrategias intersectoriales e intergubernamentales para alcanzar una tasa del 19%. El plan incorporó a más de 15 ministerios, así como a los tres niveles de gobierno.
Las intervenciones consistieron en acciones educativas y consejería para prevenir factores de riesgo como embarazos adolescentes y la no-lactancia materna, así como la suplementación alimenticia, principalmente con hierro, de la madre y el niño, además de visitas domiciliarias. Asimismo, se estableció la creación de un padrón nominal para realizar un seguimiento del consumo del suplemento alimenticio.
Según el CMP, el Ministerio de Salud (Minsa) priorizó las intervenciones referentes a la suplementación de hierro, con lo que logró niveles de cobertura de hasta el 80%. Sin embargo, señala que el nivel de adherencia fue muy bajo y solo el 20% de niños anémicos completaron tres meses de tratamiento. Además, las intervenciones complementarias tuvieron baja cobertura. Así, en 2021, se registró una tasa de anemia del 38.8%, lejana a la meta.
Para el CMP, el fracaso también se explica por la falta de estudios previos de eficacia y aceptabilidad de las intervenciones. Enfatizan que estas se centran en la suplementación de hierro, pero estudios locales demuestran que la deficiencia de este mineral representa menos de la mitad de las causas en algunos casos. Otras causas son las deficiencias de zinc, vitamina A, vitamina B, ácido fólico y del consumo de proteína. También existen causas como enfermedades infecciosas y crónicas, asociadas con falta de acceso a agua segura.
En 2024, se actualizó el plan para el periodo 2024-2030, el cual se pone una meta modesta en comparación con la anterior: un 37.2% de anemia infantil para 2030. Dicho plan pone mayor énfasis en las gestión y capacitación de actores locales, amplía las intervenciones del plan original y apunta a la prevención de enfermedades infecciosas, con un enfoque más integral.
No obstante, debemos considerar rezagos en algunos indicadores. El plan anterior, por ejemplo, buscaba lograr un 75% de hogares rurales con acceso a agua segura para 2021; pero, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2023, tan solo el 3% tenía acceso a agua con niveles de cloro adecuados para consumo. Para 2030 solo se estableció un objetivo del 71% en los hogares urbanos.
El costo de la anemia
La anemia le cuesta al Perú millones de soles en productividad, principalmente por la pérdida de capacidad cognitiva a largo plazo de los niños. En 2012, Lorena Alcázar, economista principal en el Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), estimó que, con una tasa de anemia infantil de aproximadamente el 40%, el costo anual para el país era al menos de un 0.62% del PBI.
En 2022, el Programa Mundial de Alimentos, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Minsa estimaron que, para 2019, el costo de la desnutrición infantil en el Perú, dentro de la cual se incluye la anemia, ascendió a US$ 6,600 millones, principalmente debido a la disminución de productividad.
Las pérdidas para el desarrollo del capital humano son considerables. Es imperativo que los distintos niveles del Estado implementen las estrategias del Plan Multisectorial a fin de salir del estancamiento que se experimenta desde 2011 y se reduzcan los altos niveles de anemia infantil en el país.
[1] Según la metodología del RM 363-2022-MINSA, la cual considera que un individuo menor de cinco años sufre de anemia si tiene un nivel de hemoglobina en la sangre igual o menor a 11.9 gramos por decilitro.
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