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A SUBIRSE A LA OLA
By Jessica Luna / Published in June 28, 2018 / Weekly 943 - Editorial

Un entorno externo favorable genera enormes oportunidades para impulsar el crecimiento económico y social de nuestro país. El aumento de la demanda internacional y el alza de los precios de los commodities ubican a nuestros dos principales sectores de exportación, minero y agroindustrial, en una posición destacada. A ello se suma una mejora de la confianza y estabilidad política. Estos factores han generado que, en los primeros meses del año, la actividad económica peruana haya sido impulsada por la expansión de la demanda interna, la recuperación del consumo, la inversión privada y el gasto público.
En el primer trimestre, el Perú creció un 3.22%. La inversión privada se recuperó al crecer un 5.3%, mientras que la inversión pública aumentó un 2.5%. Las exportaciones crecieron un 15.9% y las importaciones, un 11.1%, estas últimas impulsadas por los bienes intermedios y de capital. La proyección de crecimiento para 2018 es del 3.7%, mientras que para 2019 sería del 4.3%. Estamos hoy ante un círculo virtuoso de consumo, inversión y empleo, con un contexto internacional que solo muestra condiciones favorables.
Así, tenemos la oportunidad de subirnos a esta ola y sacar provecho de esta situación, y no conformarnos con solo dejarnos llevar por la buena marea. Crecer por encima de al menos un 4% al año, de manera sostenida, es fundamental para generar recursos y darle una mejor calidad de vida a nuestra gente. Para ello, Ejecutivo y Legislativo deben limpiar la cancha a fin de impulsar la inversión privada, verdadero motor de la economía y el único que genera empleo formal en el país. Esto pasa por impulsar, por ejemplo, los proyectos Quellaveco, Pampa de Pongo, Mina Justa y ampliación de Toromocho (todos previstos para 2018), además de lo que se viene en Michiquillay. También es crucial echar a andar la agenda de competitividad con un fuerte componente de simplificación administrativa, agilización de la cadena logística, eficiencia en los procesos de adquisición y saneamiento de predios, ampliación del régimen de promoción agraria y su extensión al sector acuícola y forestal, entre otros.
Los retos son grandes, pero no podemos dejar pasar esta oportunidad. Nuestros vecinos de la Alianza del Pacífico están haciendo su tarea. Colombia, con la elección de Iván Duque como presidente y su reciente ingreso a la OCDE, y Chile, bajo el liderazgo del presidente Piñera, ya están armándose para aprovechar esta positiva coyuntura.
Por ello, no perdamos el tiempo con normas o anuncios que solo restan seguridad jurídica y desalientan las inversiones, como la derogación de los contratos petroleros de la costa norte, el riesgo de imponer el manejo de las áreas naturales protegidas en el ámbito regional, las débiles reacciones ante las protestas de arroceros o productores de papas, la intención de restringir la economía colaborativa mediante la regulación, la inacción ante la tramitología que frena las inversiones del sector retail (como en el caso de los estudios de impacto vial), las demoras y la burocracia que atrasan las inversiones mineras por retrasos de los CIRA (Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos), la falta de previsibilidad de la consulta previa o el inadecuado tratamiento de las huelgas, entre muchos otros ejemplos.
O nos ponemos a trabajar de una vez o veremos pasar esta linda ola mientras otros la aprovechan y avanzan hasta hacerse inalcanzables.
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