¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
ESTADO EMPRESARIO: TROPEZANDO CON LA MISMA PIEDRA
Por Jessica Luna / Publicado en Mayo 21, 2021 / Semanario 1075 - Editorial
Se presentaron los equipos técnicos de los partidos que se enfrentan en la segunda vuelta electoral. En este contexto, un integrante del equipo económico de Perú Libre manifestó que estarían a favor de la creación de empresas estatales dedicadas —lo que reactivaría el rol empresarial del Estado—, en sectores como minería e hidrocarburos.
Esta propuesta se da a pesar del absoluto fracaso de las empresas estatales en el Perú, las cuales generaron enormes pérdidas monetarias, ineficiencia y corrupción. Esto es más preocupante en un momento en el que se requiere todo lo contrario: un uso eficiente de recursos para la lucha contra la pandemia y la reactivación económica.
Ejemplos del fracaso de la actividad empresarial del Estado sobran. Basta con ver la refinería de Talara, en la que ya se han gastado más de US$ 6,000 millones. Con esta suma de dinero se pudo haber construido alrededor de 83 hospitales, más de la mitad de la brecha de establecimientos de salud, según cifras del Minsa. Además, el monto invertido equivale a toda la inversión pública ejecutada en proyectos de saneamiento durante los últimos 5 años (2016-2020). Es claro que se trata de una pésima inversión frente a tantas necesidades en el país.
En transporte aéreo, las incursiones del Estado en aerolíneas de bandera, como la empresa de Transportes Aéreos Nacionales de Selva (TANS) o AeroPerú, solo generaron pérdidas millonarias. En aeropuertos, Córpac acumuló pérdidas por S/ 93 millones entre 2000 y 2004, y constituye la principal barrera para el desarrollo de destinos, muy distinto a lo que ocurre con aquellos aeropuertos concesionados. Como ejemplo tenemos Ayacucho, adonde en 2007 llegaban solo 26,000 pasajeros y después de la concesión en 2019 ya llegaban 280,000.
En telecomunicaciones, la empresa estatal debía invertir US$ 500 millones al año, pero solo destinaba US$ 76 millones, lo que significaba que los peruanos tuviéramos que esperar años por la instalación de una línea telefónica. Así, solo 30 de cada 1,000 peruanos contaba con una línea telefónica propia. Entel Perú acumuló pérdidas por más de US$ 40 millones y una deuda externa por US$ 198 millones. Además, el 80% de los gastos correspondía a salarios.
En el sector hidrocarburos, el Estado empresario perdió, entre los años 1986 y 1992, US$ 3,912 millones producto de la mala gestión estatal. Además, en la refinería La Pampilla, bajo control estatal, se producían 20,000 barriles de petróleo al día, mientras que bajo administración privada se producen 117,000 barriles.
El Estado es un pésimo empresario. Mala gestión, ineficiencia, corrupción y burocracia copada por amigos del Gobierno de turno. No olvidemos que el dinero que utiliza para estas aventuras empresariales estatales es el de los contribuyentes, de los ciudadanos que pagamos impuestos. Exijamos que estos recursos sean utilizados eficientemente en mejores postas, colegios y carreteras. No tropecemos nuevamente con la misma piedra.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Comercio Exterior
- Infraestructura
- Logística
- Competitividad
Infraestructura portuaria en expansión: avances y próximos retos para la competitividad
Con más de US$ 4,700 millones en inversiones ejecutadas y una sólida cartera de proyectos en marcha, el sistema portuario peruano se consolida como motor de competitividad para el comercio exterior. El impulso del sector privado y el avance de las concesiones marcan una nueva etapa en la infraestructura logística nacional.
- Infraestructura
- Economía
- Inversión
Avance del cierre de brechas en infraestructura del sector salud
En agosto de 2025, el Minsa publicó la actualización del Diagnóstico de Brechas de Infraestructura o Acceso a Servicios del Sector Salud, de cara a la elaboración de la Programación Multianual Inversiones para el período 2027-2029. En el informe se observan avances con respecto al año anterior en la construcción de hospitales y centros de atención, aunque persisten retos para cubrir a toda la población, así como de dotar a los ya existentes de capacidad adecuada para contribuir a que su impacto




