¿Esto no es lo que estabas buscando?
Vuelve a definir los parámetros de tu búsqueda.
TRANSPORTE AÉREO: OPORTUNIDADES Y RETOS
Por Jessica Luna / Publicado en Septiembre 02, 2022 / Semanario 1134 - Editorial

El 1 de setiembre último, ComexPerú participó en el Aviation Day Perú, y abordamos, junto con destacados panelistas, las oportunidades para impulsar el comercio exterior y el turismo a través del transporte aéreo.
En lo que respecta al comercio exterior, las exportaciones aéreas se han multiplicado por casi 6 veces en las dos últimas décadas, al pasar de US$ 1,657 millones a US$ 9,358 millones entre los años 2000 y 2021. Sin embargo, su participación respecto de las exportaciones totales ha decaído. Entre los años 2000-2016, llegó al 25%, pero en 2021 fue del 15.4%. En cuanto a productos, después del oro, que representa el 82% de los envíos, el transporte aéreo es clave para las agroexportaciones, y destacan los envíos de espárragos y mangos.
Las importaciones aéreas también han tenido un marcado dinamismo, pues crecieron de US$ 1,147 millones a US$ 6,259 millones entre 2000 y 2021. Destacan las importaciones de bienes de capital e intermedios, como celulares y laptops.
En cuanto al turismo, entre los años 2010 y 2019 se pasó de 15.9 millones a 40 millones de pasajeros movilizados en aeropuertos del Perú. Luego de la pandemia, el sector se viene recuperando, pero persisten grandes retos por delante. En 2021, se movilizaron 19.4 millones de pasajeros por los aeropuertos del Perú, una reducción del 51.5% con respecto a 2019.
La infraestructura aeroportuaria y el transporte aéreo han sido claves para el dinamismo del sector turismo. El despegue del sector está asociado a la llegada de aerolíneas y hoy nuestro país cuenta con 6 líneas aéreas nacionales (Latam, Viva Air, Sky, Jetsmart, Star Perú y Atsa), con lo que se ha convertido en uno de los países con más operadores nacionales y mayor competencia en toda Sudamérica.
Además, las concesiones de aeropuertos regionales permiten conectar ciudades y potenciar el turismo y la inversión. Un ejemplo: en 2007, solo llegaban 26,000 pasajeros a Ayacucho, y luego de la concesión y modernización del aeropuerto, en 2019, llegaron 280,000 pasajeros.
¿Cuáles son los retos por delante? Aquí algunos. Primero, impulsar la infraestructura aeroportuaria. Urge culminar la modernización del Aeropuerto Jorge Chávez (nueva pista, torre y único terminal), así como sus accesos en los plazos previstos. Además, se deben destrabar las inversiones de los aeropuertos regionales, responsabilidad que recae en Ositrán y el MTC, principalmente, así como retomar la concesión del tercer grupo de aeropuertos regionales, que incluye destinos como Tingo María, Rioja y Yurimaguas.
Segundo, eliminar las restricciones al ingreso de turistas al Perú (pruebas COVID, carné de vacunación y, por supuesto, el requisito de la doble mascarilla quirúrgica), como ya lo hacen varios países de la región.
Tercero, impulsar la promoción del Perú en el extranjero. La presidenta ejecutiva de PromPerú, Amora Carbajal, anunció que se ha destrabado la ejecución de recursos de promoción de imagen país en el exterior y se viene el relanzamiento de la Marca Perú. Buenas noticias. Quedamos atentos.
Impulsar el transporte aéreo conecta ciudades, genera oportunidades de empleo y bienestar, potencia el turismo, la inversión, la eficiencia productiva y el comercio exterior.
ARTÍCULOS RECOMENDADOS
- Comercio Exterior
- Infraestructura
- Transporte
- Logística
Infraestructura y logística: avances claves al tercer trimestre de 2025
Con miras a consolidarse como un hub portuario en Sudamérica, el Perú continúa desarrollando proyectos estratégicos en infraestructura y logística para el comercio exterior. Cerca al cierre del tercer trimestre de 2025, se observan avances en el eje Callao-Chancay, en la infraestructura de soporte en otros puertos, así como en iniciativas de ejes complementarios.
- Turismo
- Competitividad
- Gobierno
Afluencia de visitantes a Machu Picchu cae en temporada alta: crisis supondría un mayor riesgo
La crisis actual en Machu Picchu no es un problema local, sino un riesgo sistémico con costos económicos y reputacionales inmediatos, que podrían extenderse en el largo plazo. Los bloqueos, problemas en la operación de los buses y trenes, y la inseguridad e incertidumbre alrededor del acceso a la llaqta ponen en riesgo el empleo, el ingreso de divisas y la dinamización de la cadena turística en Cusco y el resto del país.